El Camarín de la Virgen del Prado

Una de las más grandes y más ocultas joyas de Ciudad Real, sin lugar a dudas, es el Camarín de la Virgen del Prado, que está dentro de la Catedral. Data del siglo XVII y fue una obra encargada por Felipe Muñoz, contador de Hacienda,  y su finalidad era y es honrar a la patrona.

La importancia del edificio litúrgico queda patente en su interior, puesto que es un espacio vinculado al recogimiento y dedicado integramente a la a la virgen y al culto hacia Ella.

Este lugar adquiere una doble función: el culto de la Virgen y permitir que Ella sea contemplada desde el exterior de la Catedral, al ser vuelta cada noche hacia la calle.

Destaca la impresionante cúpula, digna de admiración, de estilo barroco en todo su esplendor. Sobre ella podemos ver preciosas imágenes talladas en mármol, y una impresionante lámpara que cuelga del centro de la cúpula. Numerosos ángeles, así como la paloma representativa del Espíritu Santo, son sólo algunos de los motivos que nos encontramos tallados en la impresionante cúpula.

Alrededor de la cúpula,  también están tallados en madera los cuatro evangelistas: San Mateo, San Lucas, San Juan y San Marcos, con los símbolos identificativos de cada uno de ellos.

También podemos encontrarnos con óleos que representan antiguas imágenes de la Virgen del Prado, y la puerta de acceso al llamado "tesoro" que es dónde la Hermandad de la Virgen del Prado guarda sus enseres, y un antiguo busto de la virgen. También era el lugar dónde se encontraba el joyero, que desgraciadamente fue robado y expoliado. Éste contenía numerosas joyas que los ciudadrealeños ofrecieron a su patrona.

Normalmente, la Virgen, está girada hacia la Catedral, de espaldas a su camarin, excepto cuando llega la noche, al finalizar la última misa del día, que es vuelta hacia la ventana, para que la gente que por allí pase, pueda rezarle mirándola de frente.

Curiosas son también las vidrieras de sus ventanas, en las que están grabados algunos motivos vegetales, así cómo las cuatro órdenes militares, pues recordamos que la Catedral de Ciudad Real, es el priorato de las cuatro órdenes militares por la Bula "Ad Apostolican" de Pio IX, expedida el 18 de Noviembre de 1875.

Así mismo, durante la subida por la escalera que da acceso al camarín, podemos contemplar, a ambos lados, escudos e inscripciones que hacen homenaje a diversos acontecimientos históricos que tuvieron lugar allí, como la visita de la Reina Isabel II, un óleo de San Antonio María Claret, o el escudo de Armas de Fernando I, Rey de Castilla.

La escalera de la que hablábamos, por la que se accede al camarín, es impresionante, está realizada en mármol, y data del Siglo XVII.

 La reja que da acceso a la escalera de subida al camarín, también es digna de admirar, de estilo isabelino.

Tras la puerta situada a la izquierda de la nave de la Catedral, que da paso al camarín, se encuentra un bonito lienzo de la Virgen del Prado, bajo un rosetón, indicando la subida al Camarín.