El Antiguo Casino

En pleno centro histórico de Ciudad Real, al lado de la S.I.P.B. Catedral, nos encontramos con el edificio del Antiguo Casino, uno de los más bellos de la provincia. Data del siglo XIX y es una construcción de estilo clasicista, del arquitecto Sebastián Rebollar. Durante la guerra civil, fue utilizado como Hospital de Sangre. Tiene tres fachadas: la de la Calle Caballeros, la del Paseo del Prado y la del Pasaje de Pérez Molina. En 1961, el último presidente de este Antiguo Casino, D. García Santillán de los Ríos, vendió el edificio al Ayuntamiento de Ciudad Real. Fue utilizado como Casino hasta los años 80.

El casino, era lugar de encuentro de la burguesía de la capital. Hasta hace no mucho tiempo, ha sido Conservatorio de Música, llamado de Marcos Redondo, uno de los principales socios del mismo.  Su patio central, era un lugar de encuentro para escuchar recitales, bailar o charlar. En el, podemos ver a lo largo del año numerosas exposiciones, ya que ha sido nombrado Centro Cultural recientemente.

Es de destacar también, su bello salón de actos, antiguo salón de baile. En su original balcón se situaba la orquesta, y llama la atención el gran espejo del fondo.Actualmente en el, podemos disfrutar de diversos pregones, conciertos, conferencias... Conservando intacto el espíritu con el que fue concebido.

 Llaman la atención sus preciosas lámparas de araña, con estilo Art Decó. Fueron exclusivamente diseñadas por D. Ángel Andrade. Cuidando hasta el más mínimo detalle, sus radiadores, exentos de la pared, pasan completamente desapercibidos, pues su original diseño, los hace ser cómo antiguos muebles,  cuyas patas son curvilíneas y tienen motivos vegetales para su decoración.

 En las antiguas cocinas del casino, situadas en sótanos, hoy se ubica el Consejo Local de la Juventud, al cual se accede desde el Paseo del Prado. En esta fachada, encontramos también la bella terraza del Casino.

Una de las cosas que destacan de este edificio, son sus molduras, con formas vegetales, grecas, o elementos decorativos. Las podemos ver alrededor de su fachada, y también en su interior, cómo en el antiguo salón de baile.

Otras de las dependencias que disponía el antiguo casino, y que hoy son utilizadas para otros usos, eran la biblioteca, a la que sólo tenían acceso los socios del mismo, o el salón de tertulias, hoy sede de las concejalías de cultura y festejos. Recientemente se han restaurado los sótanos, los cuáles veremos en otra entrada.

El Colegio Ferroviario

Es uno de los edificios emblemáticos de Ciudad Real. Se construyó en 1924, cómo Escuela Graduada de Ferroviarios, en el bello Parque de Gasset, pues en un principio se pensó que está podría ser la barriada para vivir los ferroviarios de la época, tal vez por su cercanía a la Antigua Estación de Renfe.

Hasta hace relativamente poco tiempo, (concretamente, hasta el año 2006, que se terminó de contruir un nuevo edificio en los terrenos de los patios de recreo de éste) este edificio fue utilizado cómo Colegio Público, pasando miles de alumnos por sus aulas.

Recientemente, la Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha, a quién pertenece la propiedad del mismo, ha hecho públicas sus intenciones de albergar en este edificio el futuro museo de la Semana Santa de Ciudad Real, declarada de Interés Turístico Nacional. Esto ayudara a conservar el patrimonio tan valioso de las cofradías, así cómo a restaurar un edificio con tantas décadas de historia.

Los cobertizos toledanos

Calle del Ángel

Una de las construcciones más típicas y características de la ciudad de Toledo son los llamados cobertizos. La mayoría los encontramos en la zona conventual de la ciudad., en el norte del peñón toleano. Proliferaron en la edad media para comunicar dos edificios próximos entre sí, sacando mayor provecho a la propiedad privada, al edificar fuera de la casa, en alto. Gracias a esta construcción, los toledanos no tenían que bajar a la calle para comunicarse con el vecino de en frente.

Cobertizo de Santo Domingo el Real

Hubo tantos cobertizos en Toledo que la ciudad se fue oscureciendo y se fueron acumulando restos de residuos y desperdicios aprovechando la oscuridad de estas calles, creándose zonas de insalubridad pública. Por ello, fueron prohibidos en 1509 por la reina Juana de Castilla (conocida como Juana la Loca), no construyéndose más desde entonces.

Cobertizo de San Pedro Mártir

Más adelante, a mediados del siglo XVI, el corregidor toledano dictó una ordenanza que mandaba derribar todos los cobertizos que no tuvieran la altura mínima para que pasara un caballero montado a caballo y armado con una lanza. Algunos vecinos se armaron de ingenio, como el señor de Malpica, que rebajó el nivel de la calle de Santa Clara para no tener que hacer obra de derrumbe en su cobertizo.

Cobertizo de Santa Clara

Estos cobertizos constituyen una seña de identidad en la ciudad de Toledo y han servido de inspiración para pintores, literatos y todo tipo de artistas que han gustado de perderse por estas centenarias calles llenas de encanto y sabor... Caminar por los cobertizos en la noche toledana es una de las experiencias más misterioras y placenteras de la visita a la Ciudad Imperial

Palacio de Congresos de Toledo

Uno de los proyectos más importantes que se están llevando a cabo en la ciudad de Toledo es la construcción de su palacio de congresos. Su construcción abarca varias legislaturas municipales, implicando a todos los grupos políticos de la ciudad.

Fue ideado por el prestigioso arquitecto Rafael Moneo y se integra en el corazón del casco histórico, muy cerca de la plaza de Zocodover, en el lugar que antiguamente ocupaban las galerías comerciales del Miradero. La obra está prevista que termine en este primer semestre del 2011, teniendo ya contratados varios congresos para la segunda mitad del año.

El edificio consta de un auditorio principal con capacidad para más de mil personas, salas de reunión, un aparcamiento con capacidad para más de 400 vehículos (en servicio desde el año pasado) y unas escaleras mecánicas que comunicarán la zona de Safont (estaciones de autobús y tren) con la plaza de Zocodover y que se encuentran en construcción. Todo un impulso para esta zona tan emblemática de la ciudad a la que se sumó la inauguración del museo del ejército en el alcázar toledano

Museo de Santa Cruz

Museo de Santa Cruz

Situado en la calle Cervantes del casco histórico toledano, el museo de Santa Cruz es uno de los principales enclaves turísticos de la ciudad. En sus orígenes, fue sede del hospital de la Santa Cruz, mandado construir a principios del siglo XVI por el Cardenal Mendoza. De estilo plateresco, lo primero que llama la atención es su maravillosa fachada, con un frontón semicircular con Santa Elena y la cruz

Portada

Detalle de la fachada

Su planta tiene forma de cruz griega (con los cuatro brazos iguales) y se ideó con 4 patios iguales en cada unión de los brazos de la cruz, de los cuáles, sólo se llegaron a construir dos

Patio

En este patio, destaca la majestuosa escalera de Alonso de Covarrubias, joya del renacimiento español, que da acceso al claustro superior

Escalera de Covarrubias

Detalle

El interior del museo está formado por una riquísima colección de obras de arte procedentes del depósito de las parroquias de la ciudad de Toledo, así como de otras localidades de la provincia. Se distribuye en distintas salas con acceso desde el patio y en la parte superior del edificio, quedando la parte inferior para exposiciones temporales

En la colección permanente, podemos encontrar todo tipo de obras de arte como pintura, escultura, tapices, iconos... Destacando la sala de obras del Greco, pinturas de Caravaggio y Goya, obras de Pedro de Mena y Morales y restos arqueológicos, como los recientemente descubiertos en la Vega Baja de Toledo

Imagen del Cristo de la Luz

Tapiz del Artrolabio

La Asunción (el Greco)

Mosaico de la Vega Baja

Dolorosa

Cristo crucificado (Goya)