Al sur de la localidad de Granátula de Calatrava (Ciudad Real) nos encontramos con el santuario en honor a la Virgen de Oreto - Zuqueca. Esta ermita se empezó a construir sobre ruinas de las épocas tardorromana y visigoda, tras la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212. Además del santuario, allí se encuentra una casa - hospedería, dónde antiguamente vivían los santeros encargados de cuidar esta ermita.
El santuario data de 1243 y su planta tiene forma de L. En ella podemos encontrar algunos restos visigodos de la época. Allí se venera a una de las tallas de virgen más antiguas, la Virgen de Zuqueca, que data del Siglo XIII. Tras la ermita, hay un importante yacimiento arqueológico, del que hablaremos más adelante.
Se alza sobre la capital de la antigua Oretania, una de las provincias fundadas por el imperio romano en España. Se encuentra allí una pila bautismal del siglo IV, por lo que se cree que los primeros cristianos celebraban allí sus cultos.
Antiguamente, fue llamada Iglesia de Zuqueca, pero en 1281 se encontró una losa en la que se leía "Iglesia de Santa María Oretana" como perduración del obispado de Oreto, con el que la orden de Calatrava quería basar algunos derechos de independencia eclesial. Fue en el siglo XIV, cuando el Maestre de esta orden, fundó allí el Priorato de Zuqueca y se alzó con esta autonomía.
Ha sido sometida a numerosas restauraciones, y tiene dos naves divididas por arcos longitudinales. En el siglo XIV, el comendador de la Orden de Calatrava, Don Diego de Cabrera, autorizado por el Papa León X trajo una porción de tierra del sepulcro de la Virgen María, la depositó en la Capilla de los Mártires del Sacro Convento con el fin de conceder a todo aquel que visitase aquellas tierras, las mismas indulgencias plenarias que los que peregrinaban hasta Tierra Santa. Así, esta ermita se convirtió en lugar de peregrinación de cofradías.
El Priorato de Zuqueca se extinguió en el siglo XVII, quedando la ermita abandonada. Fue en el siglo XVIII cuando Granátula se independizó de Almagro y se convirtió en Villa y se hizo con el poder de este santuario, dotándolo de gran esplendor y haciéndolo resurgir hasta nuestros días.
Cabe destacar también que en ella se celebra la romería de la Virgen de Oreto y Zuqueca el primer domingo del mes de marzo. La Virgen está todo el año en el pueblo, del que es patrona, hasta que es subida ese domingo a la ermita dónde se celebra la romería en su honor.
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