Monumento ecuestre de Juan II en el Paseo del Torreón, en Ciudad Real
Juan II de Castilla es uno de los personajes ilustres que forman parte de la historia de Ciudad Real, aunque naciera en la provincia de Zamora (en 1415) y muriera en la de Valladolid (en 1454)
Fue hijo de Fernando III el Doliente y de Catalina de Lancaster. Cuando tan sólo tenía dos años, su padre muere en Toledo, quedando a su cuidado y educación D. Juan de Velasco y D. Diego López de Zúñiga. Así mismo, en 1408, entra en su vida D. Álvaro de Luna, cómo compañero de juegos y paje, que entonces contaba con 18 años. Depositará en el toda su confianza.
En 1418, también en Toledo, muere su madre. Más tarde se casa con su prima hermana, María de Aragón, hija de Fernando de Antequera. De este matrimonio nacerán sus cuatro hijos: Catalina, Leonor, Enrique (heredero al trono) y María.
En 1419 se celebran cortes en Madrid y en ellas, el entonces arzobispo de Toledo, Sancho de Rojas, consigue que Juan II, sea declarado Rey de Castilla y León. Un año después, en 1420, concede a la entonces conocida cómo Villa Real el título de ciudad, pasando a llamarse cómo ahora la conocemos, Ciudad Real.
Fallece en 1445 su esposa Catalina, y Juan II se casa en segundas nupcias con Isabel de Portugal. Ésta desconfió plenamente en D. Álvaro de Luna, quién sería ejecutado por degollamiento en la Plaza Mayor de Valladolid en 1453. Tan sólo un año después, en 1454, en la misma ciudad, moría D. Juan II de Castilla, pronunciando las siguientes palabras en el momento de su muerte: "Naciera yo hijo de un labrador e fuera fraile del abrojo, que no rey de Castilla".
Fue sucedido en el trono por su hijo, Enrique IV de Castilla.
En el paseo del Torreón, en Ciudad Real, podemos ver un maravilloso monumento en su honor, realizado por el escultor Sergio Blanco. En el mismo, se nos muestra una estampa ecuestre del Rey, siendo uno de los mejores monumentos con los que cuenta Ciudad Real, villa a la que el monarca le otorgó el título.
Fue sucedido en el trono por su hijo, Enrique IV de Castilla.
En el paseo del Torreón, en Ciudad Real, podemos ver un maravilloso monumento en su honor, realizado por el escultor Sergio Blanco. En el mismo, se nos muestra una estampa ecuestre del Rey, siendo uno de los mejores monumentos con los que cuenta Ciudad Real, villa a la que el monarca le otorgó el título.
No hay comentarios:
Publicar un comentario