Uno de los templos más ocultos de la ciudad de Toledo y a la vez, más bellos, es la iglesia de San Andrés. Se encuentra en la zona sur del casco histórico, bajando la calle de Santa Isabel, junto a los seminarios. Su origen es incierto, pudiendo ser visigótico o árabe. Alfonso VI la hace parroquia latina en el siglo XI. En el año 1150 se reconstruye tras un incendio, datando de este año su portada con arco de herradura y friso de arquillos polilobulados
Consta de tres naves con arcos de herradura separando las naves y bóvedas de mocárabes en las capillas del crucero. Tiene techumbres de madera en las naves laterales y un arcosolio mudéjar del siglo XIV en la nave del evangelio
Destaca su maravilloso crucero, del finales del siglo XV-inicios del XVI. realizado por Enrique Egas. El retablo mayor fue realizado por el maestro Juan de Borgoña, todo en estilo gótico flamígero
Son también muy importantes las capillas, con distinta imaginería religiosa, como las tallas de la Virgen de la Alegría, del Carmen, de la Paz, y el titular de la parroquia, San Andrés
En el interior, encontramos frescos y restos de otras épocas, reutilizados para la construcción de la iglesia, como un cipo funerario árabe o pinturas románicas
A la feligresía de esta iglesia, han pertenecido ilustres vecinos, como Jorge Manuel Theotocópuli, hijo del Greco, Juan de Borgoña, Alonso de Covarrubias, Nicolás de Vergara y el Santo Niño de la Guardia (Juan Pasamonte), que fue bautizado en su pila bautismal
Por todo ello, se considera imprescindible su visita para todos aquellos que les guste el arte, la historia y la tradición fuera de la masificación de los grandes monumentos toledanos
No hay comentarios:
Publicar un comentario